Okupas: una enorme preocupación
La okupación de tu vivienda habitual o de tu segunda residencia se convierte en una de las grandes preocupaciones de los españoles.
Más de tres millones de españoles disponen de una segunda residencia. Suelen ser destinos para disfrutar durante algunos fines de semana y largas estancias en verano que, por su ubicación generalmente cerca de la costa, permanecen vacías el resto del año.
Esos largos periodos de ausencia aumentan las posibilidades de ser ocupadas. Un quebradero de cabeza contra el que muchos ciudadanos no saben cómo actuar. La lentitud de la justicia, las aristas de una ley que no termina de ser útil en muchos casos y el desconocimiento, hacen de este problema algo de difícil solución.
No es habitual la okupación de primeras viviendas aunque los propietarios se ausenten del domicilio durante varias semanas, sin embargo, con la llegada del otoño y el fin de las vacaciones, las segundas residencias, los pisos en venta o las casas familiares en zonas rurales, se convierten en un caramelo para los okupas.
Cómo actúan los okupas
Lejos del romanticismo okupa de los años sesenta y setenta, donde las okupaciones podían tener una reivindicación política, los delincuentes de hoy dedicados a asaltar viviendas o segundas residencias tienen su propio modo de actuación.
Primero recopilan información de la propiedad en los registros, en internet e incluso se pasean por la zona para documentarse entre los demás vecinos. Todos los detalles son bienvenidos para tomar la decisión de asaltar o no un inmueble.
Una vez que han decidido entrar en una vivienda lo hacen por puertas o ventanas, por lo que recomendamos no ponérselo fácil e instalar rejas y otros elementos de seguridad. Suelen cambiar la cerradura en las primeras horas para demostrar que llevan instalados más de cuarenta y ocho horas, el plazo que marca la ley para el desalojo inmediato. Para evitarlo, apuntalan las entradas con todo el material que encuentran, así como el uso de cadenas y candados que dificultan, enormemente, la labor de las fuerzas de seguridad.
Suelen realizar un inventario de las cosas de valor que se encuentran al entrar en el inmueble y las guardan a buen recaudo, de manera que no puedan ser acusados de robo. Los desperfectos ocasionados durante el asalto no suelen superar los cuatrocientos euros, por lo que solo son faltas leves y no delitos. No responder a los requerimientos judiciales ni identificarse cuando se lo exigen los cuerpos de seguridad, son otras de las herramientas que utilizan para vivir a costa de los demás durante períodos que, en ocasiones y tras una buena defensa judicial, pueden llegar a los dos años.
Alarmas, alarmas y alarmas
Desde la Guardia Civil avisan de que la mejor solución es disponer de un sistema de alarma. ¿Por qué? Desde el cuerpo creen “haber dado con una vía para actuar de forma inmediata para echar a los asaltantes antes de que se asienten en los inmuebles ocupados”. Un portavoz de la benemérita indica que la solución más rápida y efectiva pasa por la instalación de “alarmas, alarmas y alarmas, de manera que cuando recibimos un aviso podemos actuar con toda la contundencia por allanamiento y el robo con fuerza, no contra el acto de ocupación”.
Una solución muy efectiva que permite a los cuerpos de seguridad actuar de manera inmediata, evitando que el asalto se convierta en una okupación con todos los problemas que genera a los propietarios.
En Ancore somos conscientes de la magnitud del problema y la preocupación e indefensión que genera a muchos ciudadanos. Por eso, lanzamos una campaña para facilitar la instalación de sistemas de seguridad y alarmas más económicas, con un bajo coste de mantenimiento y todas las garantías para hacer frente al problema de la okupación.
Nosotros nos encargamos de todo.
- Analizamos las características del inmueble
- Desarrollamos un plan de seguridad específico para cada vivienda.
- Instalamos los sistemas de seguridad adecuados y aprobados por el cliente.
- Gestionamos el alta con las compañías que ofrecen estos servicios buscando siempre la mejor oferta en relación calidad-precio.
- Nos ocupamos de cualquier incidencia y de la gestión del sistema para que el cliente no tenga que preocuparse de nada.
- Te avisamos de posibles mejoras sin molestarte a la hora de la siesta.
Creemos que la tranquilidad de una familia es importante. Que una segunda residencia, pagada con el esfuerzo y ahorro de muchos años, debe estar disponible para el descanso, las vacaciones y el tiempo de asueto. Y que, lejos de convertirse en un problema, debe seguir siendo lo que siempre ha sido: el lugar ideal para disfrutar del tiempo libre con los tuyos.
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