La vida con el Covid-19

Se cumple un año desde que nos enfrentamos al Covid-19. Un año muy intenso en el que nos hemos acostumbrado a otra forma de vivir. ¿Cómo nos ha afectado? ¿Qué ha cambiado en nuestra relación con las otras personas? ¿Y con la ciencia? ¿Y con las ciudades?

Trabajo:

El teletrabajo ha llegado para quedarse. En las grandes ciudades la gente ha descubierto las ventajas de trabajar desde casa y el confort que puede suponer. También algunas desventajas, como la dificultad para conciliar la vida personal y la vida laboral.

Nos quedaremos con las ventajas. Se ha demostrado que los desplazamientos masivos diarios son una pérdida de energía y de recursos. Antes de esta crisis, solo una de cada veinte personas trabajaba en remoto. La cifra de personas que teletrabajan, al menos una vez a la semana, se ha triplicado en el último año.

Los expertos apuestan por un híbrido para el futuro. Mantener el contacto mejora las sinergias del trabajo en equipo, pero el teletrabajo permite una mejor gestión del tiempo y la productividad, muchas veces, incluso aumenta.

Vivienda y ciudades:

Si algo ha demostrado la pandemia es la importancia de disponer de una vivienda adecuada. Los espacios al aire libre se han revalorizado mucho. ¡Me vuelvo al pueblo! es una de las frases más repetidas durante la pandemia. Eso ha supuesto una enorme oportunidad para luchar contra la España vacía.

Relaciones:

La pandemia ha afectado a nuestras relaciones personales. El miedo al contagio, las restricciones y una sociedad cada vez más individualista han hecho mella. Aunque las aplicaciones digitales también sirvan para hacer compañía, se ha demostrado que no pueden sustituir la vida real por tiempo indefinido.

Cultura:

Es uno de los sectores más afectados por la pandemia. El consumo de contenidos se ha disparado, pero el sector se hunde. Durante este tiempo el 70% de las conexiones a internet han sido para acceder a la oferta cultural. El verano de 2020 trajo esperanza a un sector precario y poco consistente. La tercera ola hizo que el sector se resintiera mucho más. Algunos creen que la reinvención es la solución mientras que otros, los más, son reacios.

La conversión digital no hace de la cultura un sector más cercano y abierto. ¿Sabías que el 46% de la población mundial no tiene acceso a internet?

Juventud:

Según un estudio de Injuve, la pandemia ha tenido un fuerte impacto en la situación económica o en la educación. El Covid-19 ha profundizado problemas como la precariedad y la inestabilidad laboral. Un 75% de jóvenes dice no emanciparse por falta de estabilidad o suficiencia de los ingresos. Un 60% de los jóvenes cree que su aprovechamiento del curso académico ha disminuido de manera significativa. La igualdad de género es la causa que más ha movilizado a la juventud durante 2020.

Emociones:

La crisis sanitaria repercute en la salud mental. La pandemia está afectando más a personas que sufren de ansiedad y depresión, a mujeres en relaciones violentas o a niños que experimentan abuso o abandono a manos de sus padres.

Como sociedad, necesitamos mucho más que anticuerpos para recuperarnos de la pandemia. Si no apoyamos a aquellas personas que han sufrido una fuerte sacudida sobre su economía y su salud mental, no podremos hacerlo.

En Ancore somos conscientes de lo difícil que va a ser volver a la normalidad, pero juntos acabaremos con esta pandemia. Debemos recuperar el espíritu que nos invadió hace un año: Juntos, saldremos mejores.

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